No en vano a la moringa se le llama “árbol de vida” o “árbol maravilloso”. Es tan provechoso para el organismo como lo es para la piel. En este caso, el jabón está elaborado a partir de la hoja, lo que le aporta propiedades hidratantes y emolientes o limpiadoras. Su contenido vitamínico contribuye a elevar la presencia de colágeno en la piel, lo que resulta en un cutis con mayor elasticidad y salud. No debemos olvidar sus propiedades antiinflamatorias y curativas, sedantes, antiioxidantes y antisépticas.