El espejo vestidor es un recurso versátil dentro de la habitación. Se recomienda colocarlo en puntos estratégicos donde cumpla doble función: práctico y estético. Ubicarlo cerca del clóset o al lado de la cómoda facilita vestirse a diario, mientras que en una pared lateral o frente a una ventana ayuda a reflejar la luz y dar mayor amplitud visual al espacio. Los modelos con marco de metal se adaptan con facilidad a diferentes estilos decorativos: Minimalista o moderno: el marco metálico aporta líneas limpias y elegantes. Industrial: el acabado en negro o gris combina perfecto con paredes claras o detalles en madera rústica. Contemporáneo: en tonos metálicos más claros (dorado, plata) da un aire sofisticado y chic. Su doble función es otra ventaja: pueden apoyarse directamente en el suelo gracias a la pata trasera para un efecto desenfadado y moderno, o colgarse en la pared para un resultado más ordenado y seguro, según el estilo y las necesidades de cada espacio.