Este budín es una oda al placer profundo del cacao. Su masa, intensamente chocolatosa, envuelve un corazón cremoso de Sacher Milk, una fusión suave y envolvente que despierta memorias dulces y momentos reconfortantes. Decorado al gusto del cliente, cada budín se transforma en una pieza única: desde detalles minimalistas hasta fantasías temáticas, tú decides cómo se viste este tesoro de chocolate. Ideal para cumpleaños, celebraciones íntimas o simplemente para regalarte un momento de puro deleite. Porque el chocolate no solo se come… se siente.