Hoy no te pido amor eterno, solo un momento dulce. Caprichito de fresa con Sachel milk: una caricia rosada para el alma, un apoyo discreto que se disuelve en placer. Suave como un suspiro. Atrevido como un antojo prohibido. ¿Quién dijo que el consuelo no puede venir en frasquito? Pruébalo. Siente cómo el mundo se detiene solo para ti.