Las Vans Old Skools han pasado de ser un elemento básico de la subcultura a ser increíblemente famosas, y la verdad es que es fácil entender por qué. Con su diseño clásico y versátil, el reconocimiento de la marca, y esa parte superior cómoda y transpirable, ¿quién podría resistirse a ponérselas día sí y día también? ¡Porque yo no! Aunque, en mis pruebas dentro y fuera del laboratorio, he comprobado que su diseño de lona/goma no es el más resistente del mundo (además de que se mancha con facilidad), la verdad es que me siguen parecido unas zapatillas preciosas incluso cuando ya empiezan a estar desgastadas.