Una rutina de cuidado personal no tiene que ser complicada: se trata de elegir los productos adecuados y usarlos en el orden correcto para potenciar sus beneficios. Limpieza Comienza con un limpiador suave o una mascarilla facial (1–2 veces por semana) para eliminar impurezas y preparar la piel. Tónico o hidrolato (si se utiliza) Ayuda a equilibrar el pH y refrescar la piel después de la limpieza. Sérum facial Aplicado con la piel limpia, concentra activos que tratan necesidades específicas como manchas, acné o deshidratación. Crema facial Hidrata, nutre y sella el sérum, ayudando a proteger la piel durante el día o la noche. Protección solar (en la rutina de día) Fundamental para prevenir el envejecimiento prematuro y el daño solar. Cuidado del cabello Incluye cremas, aceites o accesorios como gorros de satén y cepillos según tu tipo de cabello. Complementos Usa bálsamos labiales, espátulas, cepillos faciales y otros accesorios para una experiencia más cómoda, higiénica y completa.