Lucía (Elena Anaya) ha conseguido tener la vida, el trabajo, la casa y hasta el prometido perfectos cuando, ante un merecido ascenso a directora general, es despedida y acusada de espionaje industrial. Así, Lucía emprende una gesta solitaria para recuperar su vida y demostrar su inocencia, pero ocultando la verdad a su entorno. Y como una mentira lleva a otra, la cosa se complica mucho.