Cuando un grupo de amigos infringe de manera imprudente la regla sagrada de la lectura de las cartas del Tarot -nunca se debe utilizar la baraja de otra persona-, desatan sin saberlo un mal atrapado en las cartas malditas. Uno a uno, se enfrentan cara a cara al destino y acaban en una carrera contra la muerte para escapar del futuro que las cartas predicen.