En Gales, graves disturbios estallan en la ciudad industrial de Port Talbot, cuna de la furia y del orgullo de la clase trabajadora, comenzando una espiral de violencia que atrae a varios grupos activistas y desemboca en una enorme revolución obrera. En ese contexto seguimos a los Driscoll, una familia que se ve obligada a abandonar su hogar tras la amenazante situación que acorrala su isla. Antes de llegar a Inglaterra, se cierran abruptamente las fronteras y los galeses pasan a ser considerados inmigrantes ilegales.