Los labios son la zona más sensible de nuestro cuerpo y se vuelven más finos con el paso de los años. Cuidar de ellos es muy importante para lucir una bonita sonrisa y un rostro joven. Lo primero a tener en cuenta antes de realizar un tratamiento es conocer el tipo de labio que tenemos y qué queremos conseguir, para poder establecer un adecuado diagnóstico y protocolo de actuación. Es muy importante identificar las necesidades del paciente y adecuar el tratamiento a sus expectativas buscando la mayor naturalidad. Otro punto a tener en cuenta es el material a utilizar. Normalmente usamos ácido hialurónico de distintas densidades y marcas, en función del objetivo.