La limpieza facial profunda se realiza una vez al mes en dependencia del cutis. La limpieza facial puede tener un tiempo de duración de una hora o más en dependencia de las condiciones del cutis. La limpieza facial profunda tiene varios beneficios, como la eliminación de impurezas, el desbloqueo de los poros, la reducción del exceso de grasa, la estimulación de la circulación sanguínea y la promoción de una apariencia más saludable y radiante en la piel. Además, puede ayudar a prevenir problemas como el acné y mejorar la eficacia de otros productos para el cuidado de la piel que se apliquen posteriormente. Una limpieza facial es un tratamiento que ayuda a mantener la piel limpia, fresca y saludable. Generalmente, incluye varios pasos para eliminar impurezas, exfoliar y nutrir la piel. Aquí te explico los elementos comunes que suelen formar parte de una limpieza facial: 1. Exfoliación. Se puede hacer con un exfoliante físico (gránulos) o químico (ácidos) para eliminar las células muertas de la piel y promover la renovación celular. 2. Vapor. Se utiliza vapor para abrir los poros, lo que facilita la extracción de puntos negros y otras impurezas. 3. Extracción. En esta etapa, se pueden extraer comedones (puntos negros) y otras impurezas. Es importante que esto lo realice un profesional para evitar daños en la piel. 4. Mascarilla. Se aplica una mascarilla adecuada al tipo de piel (hidratante, purificante, calmante, etc.) para tratar problemas específicos y aportar nutrientes. 5. Tónico Ayuda a equilibrar el pH de la piel y cierra los poros después del tratamiento. 6. Hidratante Se aplica una crema hidratante para mantener la piel nutrida y protegerla después de la limpieza. Cada paso puede variar según el tipo de piel y las necesidades específicas del cliente.