Retinol: Es un derivado de la vitamina A, conocido como el “estándar de oro” para el cuidado de la piel antiedad. Funciona de varias maneras: Estimula la producción de colágeno y elastina, que son las proteínas responsables de la firmeza y elasticidad de la piel. Reduce la aparición de arrugas y líneas finas. Minimiza el tamaño de los poros. Mejora la textura de la piel. Puede ayudar a atenuar manchas oscuras causadas por el sol o la edad. Nicotinamida (Niacinamida): Una forma de vitamina B3 que ofrece múltiples beneficios: Reduce la hiperpigmentación, unificando el tono de la piel. Minimiza la apariencia de los poros dilatados. Refuerza la barrera cutánea, mejorando la hidratación y protegiendo la piel del daño ambiental. Tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a calmar la irritación y el enrojecimiento.