La piel grasa es algo común, especialmente en el rostro y el cuero cabelludo. Se origina cuando las glándulas sebáceas de la piel trabajan en exceso y producen demasiado sebo. La buena noticia es que las personas con este tipo de piel suelen tener menos arrugas cuando envejecen. La mala, es que crea el contexto perfecto para que aparezcan puntos negros, granitos y otros síntomas del acné.