Proporciona agua a las células de la piel, nutriéndola así en profundidad y protegiéndola de los agentes externos como los cambios de temperatura, el viento o la contaminación. Suaviza la celulitis y las estrías. Elimina y previene arrugas. La mucina de caracol contiene antioxidantes que pueden ayudar a reducir los signos del envejecimiento, como las arrugas, el tono de piel desigual y la flacidez. Los estudios indican que la mucina de caracol ayuda a la regeneración de la piel y protege contra los radicales libres dañinos.