El bicarbonato de sodio se utiliza para diversos fines: En la cocina: como agente leudante para hacer que masas y pasteles suban al hornearse. En la limpieza: para desodorizar, eliminar manchas y limpiar superficies gracias a su acción abrasiva suave. En la salud: como antiácido para aliviar la acidez estomacal ocasional. En la higiene personal: en pastas dentales caseras, desodorantes naturales o como exfoliante suave. En el hogar: para eliminar olores en refrigeradores, zapatos o tapicerías. En la lavandería: para potenciar el detergente y eliminar olores en la ropa. Es un producto versátil, económico y ecológico.