


Una pieza de acento con personalidad clásica y atemporal. Su estructura curva y envolvente brinda comodidad y elegancia, mientras que el tapizado en tejido jacquard floral aporta textura, riqueza cromática y un aire artesanal. Los tonos cálidos —entre dorados, verdes y borgoñas— se equilibran con la base de flecos verde salvia, un detalle decorativo que enmarca la silueta inferior y refuerza su carácter sofisticado. Perfecta para salones con identidad vintage o espacios contemporáneos que buscan un toque de nostalgia refinada. Combina lo decorativo con lo funcional, haciendo de cada pieza un punto focal lleno de historia, textura y calidez visual.