
El tomillo deshidratado desprende un aroma terroso y sabor ligeramente mentolado. Es ideal para guisos de lenta cocción, sopas, asados de carnes rojas y blancas, marinadas y platos con legumbres, a los que aporta profundidad. Entre sus propiedades medicinales destaca por ser un antiséptico natural, aliviando molestias respiratorias en infusiones; favorece la digestión y reduce la hinchazón abdominal. Rico en antioxidantes, fortalece las defensas. Para usarlo, agrégalo al inicio de la cocción para que libere todo su sabor o prepáralo en infusión. Sus bondades incluyen su potente acción conservante natural, su versatilidad en recetas saladas y su contribución a un sistema respiratorio y digestivo más sano de forma práctica y accesible.