"Me ha salido el cuadro tan sombrío y de carácter tan trágico, que cubano como soy hasta la médula de los huesos y hombre de moralidad, siento una especie de temor o vergüenza presentarlo al público sin una palabra explicativa de disculpa. Harto se me alcanza que los extraños, dígase, las personas que no conozcan de cerca las costumbres ni la época de la historia de Cuba que he querido pintar, tal vez crean que escogí los colores más oscuros y sobrecargué de sombras el cuadro por mero placer de causar efecto a lo Rembrandt, o a lo Gustavo Doré. Nada más distante de mi mente. Me preció de ser antes que otra cosa, escritor realista, tomando esta palabra en el sentido artístico que se le da modernamente." Cirilo Villaverde