Resulta difícil aprehender en toda su magnitud la figura de Konstantin Stanislavski, con toda la genialidad del actor, director, escritor, pensador, innovador y renovador que fue. No obstante, resulta indiscutible que dentro de todas esas facetas siempre se observa un Stanislavski perseverante y consecuente, persuadiendo a todos, incomprendido, y muchas veces solo, en busca de esa fugaz e inaprensible verdad artística que refulgía a veces en la actuación de Tommaso Salvini, Eleonora Duse y Chaliapin, o en las obras de Ibsen, Chejov, Gorki o Maeterlinck. Se aprecian en sus memorias el camino recorrido y la lucha, desde su niñez hasta los últimos años, por alcanzar esa inaprensible verdad. Una vida totalmente dedicada al arte, que podría decirse que amaba más que a sí mismo, y con el afán no sólo de aprender, sino también de enseñar, de trasmitir lo aprendido, lo experimentado; su interacción con importantes personalidades artísticas de la época y la influencia de estas en la concepción del arte teatral de Stanislavski, es lo que el lector encontrará aquí. Con este libro, Ediciones Alarcos ofrece el tercer volumen dedicado a difundir la obra de Stanislavski en traducciones recientes que actualicen su legado entre nosotros. KONSTANTIN STANISLAVSKI (Rusia, 1863-1938), actor y director. Fundó el Teatro de Arte de Moscú junto a Nemirovich-Dánchenko. Reformador indiscutible del arte de la actuación, teorizó un método o sistema completo de trabajo del actor en un corpus de textos fundamental para toda creación escénica.