Una persona que compra un arete bordado de Montaraz está adquiriendo algo más que un producto hermoso, está portando y promoviendo las bellezas naturales de Santiago de Cuba. Trabajo aretes bordados porque me gusta contribuir a rescatar antiguas tradiciones como el bordado a mano e incentivar el arte manual reflejando en cada creación nuestros atractivos naturales, la luz y el colorido.