Las esponjas y brochas de maquillaje son herramientas esenciales para aplicar productos de forma uniforme y profesional.
• Esponjas: Ideales para aplicar bases, correctores y productos líquidos o cremosos. Su textura suave permite una difusión homogénea, logrando un acabado natural y sin rayas. Además, pueden usarse húmedas para un efecto más ligero.
• Brochas: Disponibles en diversas formas y tamaños, son perfectas para aplicar polvos, rubores, sombras y productos en crema. Cada tipo de brocha está diseñada para un uso específico, como difuminar, contornear o resaltar, proporcionando precisión y control en la aplicación.
Ambas herramientas ayudan a mejorar la duración del maquillaje y a conseguir un acabado pulido y profesional.