El antipasto es un tipo de entrante propio de la gastronomía italiana, consiste en un aperitivo que es servido antes de comer los demás platos y está constituido tanto por embutidos, quesos, frutos secos y verduras, siendo por regla general elementos fríos que incluyen: queso Gouda (120g), queso parmesano (40g), queso azul (30g), jamón serrano (60g), chorizo ibérico (40g), chorizo vela (40g), aceitunas, frutos secos, piña, uvas pasas y acompañado de galletas saladas o pan, convirtiéndose en una experiencia inolvidable al paladar.